A Jean Marie Lustiger
CARTA DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II
EN EL 50° ANIVERSARIO
DE LA PRIMERA MISA DE NAVIDAD TELEVISADA
Al señor cardenal
Jean-Marie LUSTIGER
Arzobispo de París
Durante la noche de Navidad de 1948, el padre Raymond Pichard, o.p., de acuerdo con la Sociedad francesa de televisión, tuvo la feliz iniciativa de difundir, por primera vez en el mundo, la misa de Nochebuena celebrada en la catedral de Notre-Dame de París. Con ocasión del 50° aniversario de ese acontecimiento, que marca una etapa importante para el anuncio del Evangelio, me uno de buen grado mediante la oración a todos los que contribuyen a la emisión de El día del Señor, a los pastores y a los fieles reunidos de nuevo en Notre-Dame de París en esta circunstancia, así como a todos los que siguen la misa de Navidad a través de la televisión y la radio.
Gracias a los medios de comunicación social, el servicio público francés ofrece a los católicos y a los hombres de buena voluntad la posibilidad de seguir programas religiosos; a los fieles gravemente discapacitados les permite también una participación en la celebración eucarística, en particular durante los días y horas que la comunidad cristiana dedica a las reuniones dominicales y festivas. Esta presencia cristiana en las ondas forma parte de la tradición de diálogo y apertura que honra a Francia.
Pido a Cristo, cuyo nacimiento entre los hombres celebramos en esta noche santísima, que esté cerca de todos los que participan en esta liturgia o que se unen a ella gracias a los medios de comunicación social. El Salvador, que vino a traer la paz al mundo, dé consuelo y esperanza a todos los hombres de buena voluntad, para que construyan juntos una sociedad de justicia y amor. Con ocasión del 50° aniversario de la transmisión televisiva de la misa, imparto de todo corazón la bendición apostólica a todos los que contribuyen a la realización y difusión de la emisión, así como a los celebrantes, a los predicadores, a las comunidades cristianas y a los fieles que se unen a la liturgia mediante la televisión y la radio.
Vaticano, 2 de diciembre de 1998
JOANNES PAULUS PP. II