A una delegación de Bulgaria
ALOCUCIÓN DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A UNA DELEGACIÓN DE BULGARIA
CON OCASIÓN DE LA FIESTA DE SAN CIRILO Y SAN METODIO Lunes 25 de mayo de 1998
Señoras y señores:
1. Me alegra acoger a la delegación de Bulgaria, que ha venido a Roma para honrar a san Cirilo y san Metodio, vinculados a la memoria de la Iglesia que está en vuestro país y a la del continente europeo. Vuestra peregrinación muestra que el pueblo búlgaro es consciente de la importancia de estas dos grandes figuras para su identidad.
Es notable la manera de evangelizar que utilizaron san Cirilo y san Metodio; es un ejemplo para el diálogo entre las culturas. En efecto, estos dos santos supieron anunciar el Evangelio sin imponer la cultura y las costumbres en las que se habían formado y a las que estaban vinculados. Adaptaron el anuncio del evangelio de Cristo al mundo eslavo, sin desnaturalizarlo ni suprimir su riqueza. Al contrario, querían unir a los pueblos de la región con la Iglesia universal y hacer resplandecer la verdad divina.
2. En el tiempo actual, san Cirilo y san Metodio, que contribuyeron a la formación de las raíces de Europa, pueden también ayudar a este continente en la labor de unificación que ha emprendido. En efecto, su obra recuerda que, de manera tradicional, Europa, compuesta por dos partes durante mucho tiempo separadas, puede recuperar nuevamente su unidad. Con sus culturas y sus características espirituales específicas, cada parte aporta al conjunto sus propias riquezas, favoreciendo así la comunión entre las personas y el diálogo fraterno entre los pueblos. En el ámbito religioso, debe concretarse en un compromiso ecuménico cada vez más intenso. En el campo civil, es una invitación a hacer todo lo posible para que reinen la paz, la concordia y la reconciliación.
3. Con este espíritu, agradeciéndoos vuestra amable visita, expreso mis mejores deseos para vuestra delegación, para las autoridades y para el pueblo búlgaros. Os encomiendo a la intercesión de san Cirilo y san Metodio, e imploro para vosotros los beneficios de las bendiciones divinas.
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