A una delegación del Comité judío americano
ALOCUCIÓN DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
A UNA DELEGACIÓN DEL COMITÉ JUDÍO AMERICANO
Jueves 16 de marzo de 2006
Distinguidos miembros del Comité judío americano:
De buen grado os doy la bienvenida al Vaticano, y confío en que este encuentro impulse ulteriormente vuestros esfuerzos por incrementar la amistad entre el pueblo judío y la Iglesia católica.
La reciente celebración del 40° aniversario de la declaración Nostra aetate del concilio Vaticano II ha acrecentado nuestro deseo común de conocernos mejor recíprocamente y desarrollar un diálogo caracterizado por el respeto mutuo y el amor. En efecto, los judíos y los cristianos tienen un rico patrimonio común. En cierto modo, esto hace que nuestra relación sea única entre las religiones del mundo. La Iglesia no puede olvidar nunca al pueblo elegido con el que Dios estableció una santa alianza (cf. Nostra aetate, 4).
Judaísmo, cristianismo e islam creen en un solo Dios, creador del cielo y de la tierra. De aquí se sigue que las tres religiones monoteístas están llamadas a cooperar entre sí con vistas al bien común de la humanidad, sirviendo a la causa de la justicia y la paz en el mundo. Esto es especialmente importante hoy que se debe prestar una atención particular a la enseñanza del respeto a Dios, a las religiones y a sus símbolos, así como a los sitios sagrados y lugares de culto. Los líderes religiosos tienen la responsabilidad de trabajar por la reconciliación con un diálogo genuino y gestos de solidaridad humana.
Queridos amigos, pido a Dios que esta visita os confirme en vuestro esfuerzo por construir puentes de comprensión por encima de todas las barreras. Sobre todos vosotros invoco los dones divinos de fortaleza y consuelo.
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