Al cardenal Edward Idris Cassidy
MENSAJE DEL PAPA JUAN PABLO II
AL CARDENAL EDWARD IDRIS CASSIDY
CON MOTIVO DE LA PUBLICACIÓN DEL DOCUMENTO
«NOSOTROS RECORDAMOS:
UNA REFLEXIÓN SOBRE AL SHOAH»
Al señor cardenal EDWARD IDRIS CASSIDY
En numerosas ocasiones, durante mi pontificado, he recordado con profundo pesar los sufrimientos del pueblo judío a lo largo de la segunda guerra mundial. El crimen conocido como la Shoah sigue siendo una mancha imborrable en la historia del siglo que está a punto de concluir.
Al prepararnos para comenzar el tercer milenio de la era cristiana, la Iglesia es consciente de que la alegría de un jubileo es, sobre todo, una alegría fundada en el perdón de los pecados y en la reconciliación con Dios y con el prójimo. Por eso, estimula a sus hijos e hijas a purificar su corazón mediante el arrepentimiento de los errores y las infidelidades del pasado. Los invita a ponerse humildemente delante de Dios y a examinar la responsabilidad que también ellos tienen por los males de nuestro tiempo.
Abrigo la ardiente esperanza de que el documento «Nosotros recordamos: una reflexión sobre la Shoah», que la Comisión para las relaciones religiosas con el judaísmo ha preparado bajo su dirección, contribuya verdaderamente a curar las heridas de las incomprensiones e injusticias del pasado. Ojalá que permita a la memoria cumplir su papel necesario en el proceso de construcción de un futuro en el que la inefable iniquidad de la Shoah no vuelva a ser nunca posible. Que el Señor de la historia guíe los esfuerzos de los católicos y los judíos, así como los de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que trabajen juntos por un mundo donde se respeten de verdad la vida y la dignidad de cada ser humano, dado que todos han sido creados a imagen y semejanza de Dios.
Vaticano, 12 de marzo de 1998
IOANNES PAULUS II