Al Pontificio Colegio Pío Latino Americano de Roma
DISCURSO DEL PAPA JUAN PABLO II
A LOS SUPERIORES Y ALUMNOS DEL PONTIFICIO
COLEGIO PÍO LATINO AMERICANO DE ROMA
Lunes 21 de noviembre de 1983
Amadísimos hermanos:
En la fiesta de la Presentación de María santísima, vosotros, superiores y alumnos del Pontificio Colegio Pío Latino Americano de Roma, habéis querido acompañarme en la celebración de la Santa Misa, en recuerdo de la visita que realicé a vuestra casa al comienzo del año pasado.
Este nuevo encuentro con vosotros, que procedéis de varios países de América Latina, es una ocasión más para recordar a todos vuestros hermanos sacerdotes, a las comunidades religiosas y pueblo fiel de esas Iglesias locales que he tenido la satisfacción de visitar y de las otras que espero poder hacerlo algún día.
La fiesta mariana de hoy nos acerca a cada una de vuestras naciones que están todas consagradas a la Virgen María bajo diversas advocaciones; y al mismo tiempo nos hace profundizar en el ejemplo de su vida totalmente entregada al Señor, ejemplo que vosotros estáis llamados a seguir con una respuesta total y generosa realizada en el sacerdocio ministerial.
Este tiempo de estancia en Roma, en el que principalmente os dedicáis al estudio de las ciencias sagradas y humanas, no debe constituir una interrupción de vuestro ejercicio pastoral, sino que os debe dar una mayor preparación y disponibilidad al volver a vuestras respectivas comunidades eclesiales que os esperan, y a las que vosotros tenéis que sentir y ayudar con total generosidad como nos recordará el fragmento evangélico de esta eucaristía ya que son hermanos y hermanas del Señor todos los que cumplen la voluntad del Padre celestial.
© Copyright 1983 - Libreria Editrice Vaticana