Al presidente de la Conferencia episcopal de Haití, 16 enero 2010 -Benedicto XVI
CARTA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
AL PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE HAITÍ
A monseñor
Louis Kébreau,
arzobispo de Cabo Haitiano y
presidente de la Conferencia episcopal de Haití
Al conocer con inmensa tristeza la noticia del terremoto que acaba de asolar tan duramente la capital de su país, quiero asegurarle a usted excelencia, y a todos los fieles de la Iglesia que está en Haití, mi cercanía espiritual y mi ferviente oración por todas las personas afectadas por esta catástrofe. Pido a Dios que acoja en la paz de su reino a quienes han encontrado la muerte en el seísmo, especialmente a monseñor Serge Miot, arzobispo de Puerto Príncipe, que ha compartido la suerte de tantos fieles, entre los cuales figuran sacerdotes, personas consagradas y seminaristas.
En estas horas sombrías, invoco a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro a fin de que se muestre como Madre de ternura y dirija los corazones para que la solidaridad prevalezca sobre el aislamiento y el egoísmo.
Me alegra la rapidísima movilización de la comunidad internacional, unánimemente conmovida por la suerte de los haitianos, al igual que la de toda la Iglesia que, mediante sus instituciones, no dejará de aportar su ayuda a los socorros de urgencia y a la reconstrucción paciente de las zonas devastadas.
Como prenda de mi afecto y consuelo espiritual, imparto de corazón a todos los pastores y fieles de la Iglesia en Haití que están viviendo esta prueba una bendición apostólica especial.
Vaticano, 16 de enero de 2010
BENEDICTUS PP. XVI
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