Alocución del Papa Benedicto XVI a los muchachos de la Acción Católica Italiana, 19 de diciembre de 2005
ALOCUCIÓN DEL PAPA BENEDICTO XVI
A LOS MUCHACHOS DE LA ACCIÓN CATÓLICA ITALIANALunes 19 de diciembre de 2005
Amadísimos muchachos y muchachas de la Acción católica italiana:
Desde hace muchos años los niños y muchachos de la Acción católica vienen a felicitar al Papa por la Navidad. Es un encuentro querido a su tiempo por el Papa Pablo VI y vivido cada año con gran alegría por mi predecesor Juan Pablo II, a quien habéis conocido todos. Con la misma alegría os acojo también yo. Os saludo con afecto a cada uno de vosotros, así como a vuestro consiliario general, mons. Francesco Lambiasi, y al presidente, profesor Luigi Alici, y os agradezco sinceramente la felicitación que me habéis expresado con motivo de la próxima Navidad.
En la Navidad de Jesús celebramos el infinito amor de Dios a todos los hombres: "Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo unigénito" (Jn 3, 16) y de tal manera se unió íntimamente a nuestra humanidad, que quiso compartirla hasta hacerse hombre entre los hombres, uno de nosotros. En el Niño de Belén la pequeñez de Dios hecho hombre nos revela la grandeza del hombre y la belleza de nuestra dignidad de hijos de Dios, de hermanos de Jesús. Al contemplar a este Niño, vemos cuán grande es la confianza que Dios pone en cada uno de nosotros y cuán amplia es la posibilidad que se nos brinda de hacer cosas hermosas y grandes en nuestra existencia, viviendo con Jesús y como Jesús.
Este año, vuestro camino formativo tiene como lema: "Estás con nosotros". Queridos muchachos, el Señor Jesús siempre está con nosotros y siempre camina con su Iglesia, la acompaña y la protege. No dudéis nunca de su presencia. Aquel que viene a nuestro encuentro como el Emmanuel, "Dios con nosotros", nos asegura que está siempre en medio de los suyos: "He aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt 28, 20).
Buscad siempre al Señor Jesús; creced en la amistad con él; aprended a escuchar y a conocer su palabra y a reconocerlo en los pobres que hay en vuestras comunidades. Vivid vuestra vida con alegría y entusiasmo, seguros de su presencia y de su amistad gratuita, generosa, fiel hasta la muerte de cruz.
"Estás con nosotros". El Señor Jesús está verdaderamente con nosotros. Testimoniad a todos, comenzando por vuestros coetáneos, la alegría de su presencia fuerte y dulce. Decidles que es hermoso ser amigos de Jesús y que vale la pena seguirlo. Mostrad con vuestro entusiasmo que entre las muchas maneras de vivir que parece ofrecernos el mundo de hoy, todas aparentemente en el mismo nivel, sólo siguiendo a Jesús se encuentra el verdadero sentido de la vida y, por eso, la alegría verdadera y duradera.
Así, también el compromiso en favor de la paz, que asumís juntamente con los hermanos de Sarajevo, es realmente un signo de vuestra amistad con Jesús, al que las sagradas Escrituras llaman "Príncipe de la paz". Vuestros grupos de Acción católica han de ser la semilla de la alegría en vuestras parroquias, en vuestras familias y en las escuelas donde estudiáis. Gracias, una vez más, queridos muchachos, por vuestra visita. Os bendigo con afecto, juntamente con vuestros seres queridos, educadores, consiliarios y todos los amigos de la Acción católica de muchachos.
¡Feliz Navidad!
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