Ángelus del 9 de septiembre de 1990
VIAJE APOSTÓLICO A ÁFRICA
JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Kigali, domingo 9 de septiembre de 1990
Al término de esta celebración eucarística, llega el momento del Ángelus. Esta oración, que recito todos los domingos en Roma con los peregrinos reunidos en la plaza de san Pedro, nos ofrece la ocasión de profundizar nuestro vínculo espiritual con la Virgen María que "precede" a todo el pueblo de Dios en la peregrinación de la fe.
Hoy os invito a confiarle a ella dos grandes intenciones que nos son muy queridas y que han sido objeto de nuestra oración durante las misas de ayer y de esta mañana: los sacerdotes y las familias cristianas.
La vocación es una llamada que viene de Dios, y que se abre camino en el corazón humano. Esta llamada debe penetrar en el pensamiento y en la voluntad del joven a quien se dirige, hasta influir en su comportamiento y orientar su vida entera. Por esto, el joven necesita un entorno adecuado, ante todo el ambiente familiar, para tomar conciencia de su vocación y comenzar a responder a ella.
Jesús, desde niño, por la educación recibida en Nazaret de María y de José, se preparó para la misión que, según la revelación del ángel en la anunciación, debía realizar. Eso nos aclara bien el papel de la familia cristiana en el acompañamiento de las vocaciones sacerdotales. ¡Benditas sean todas las familias que, a ejemplo de tantas familias de Ruanda, se muestran generosas y dispuestas para dar a sus hijos a la Iglesia!
Queridos hermanos y hermanas, oremos juntos por todas las familias del mundo, y pidamos a María, Madre de Dios y Madre nuestra, que asista a los hogares cristianos, para que sean de verdad comunidades de amor y de solidaridad, donde los padres y los hijos se ayuden mutuamente, acogiendo el mensaje evangélico y trabajando para el bien de la sociedad.
Finalmente, encomendemos a María el Sínodo de los obispos, que se va a inaugurar el mes próximo, precisamente sobre la importante cuestión de la formación de los candidatos al sacerdocio. Que los trabajos de esa asamblea ayuden a los sacerdotes a servir mejor al mundo de nuestros días.
© Copyright 1990 - Libreria Editrice Vaticana