Angelus 23 noviembre
JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Solemnidad de Cristo Rey
Domingo 23 de noviembre de 2003
Amadísimos hermanos y hermanas:
1. Hoy, último domingo del Año litúrgico, celebramos la solemnidad de Jesucristo, Rey del universo. Durante estos meses lo hemos contemplado en todos sus misterios, desde el nacimiento hasta la ascensión al cielo, y en el centro la Pascua de muerte y resurrección. Ahora, con el apóstol san Pablo, reconocemos que el designio de Dios es "recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra" (Ef 1, 10).
2. Al mirar a aquel que la liturgia oriental llama el Pantocrátor, cobra plena importancia la misión de los creyentes, llamados a cooperar, en la diversidad de los ministerios y de los carismas, a la construcción de su Reino. En este contexto, me complace colocar también un particular acontecimiento eclesial que tiene lugar durante estos días en Roma. Me refiero al congreso de música sacra de la Asociación Santa Cecilia, organizado con ocasión del centenario del motu proprio "Tra le sollecitudini", con el que el Papa san Pío X emanó una importante instrucción sobre la música sacra.
Dirijo a los numerosos participantes mi cordial saludo y expreso mi gratitud a cuantos ponen al servicio de la liturgia sus talentos y su competencia musical.
3. Junto a Jesús, Rey del universo, contemplamos a María, la Madre del Rey, a quien, por tanto, invocamos como Reina del cielo y de la tierra. Que ella nos ayude a hacer de nuestra vida un cántico de alabanza y fidelidad a Dios, santo y misericordioso.
Después del Ángelus
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en especial a los fieles de San Lorenzo y San Andrés de Murcia. Que Cristo, Señor del universo, reine siempre en vuestros corazones.
(En polaco)
Saludo cordialmente a los peregrinos que han venido de Polonia: las religiosas franciscanas de la Familia de María, de Toporów, los feligreses de la parroquia de San Francisco de Asís, las personas que han venido individualmente y aquellos que están unidos a nosotros a través de la radio y la televisión. Mañana la sección polaca de Radio Vaticano cumple sesenta y cinco años de trabajo apostólico. Abrazo con el pensamiento a todos sus dependientes que en estos años han anunciado el Evangelio en lengua polaca con dedicación y celo. Que Dios se lo pague.
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