Angelus 7 octubre 2001
CompartirJUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo 7 de octubre de 2001
Saludos
(español)
Hoy tiene lugar en Colombia una Jornada nacional de oración por la paz en ese querido país, que sufre desde hace años una situación de grave inquietud social, con numerosos asesinatos, secuestros y otros actos de violencia. Me uno de corazón a esta plegaria para pedir a Dios que ayude a superar contrastes y enfrentamientos, y a caminar hacia una paz estable, con la liberación de los secuestrados y la instauración de un diálogo sincero que restaure la fraternidad y la solidaridad entre los queridos hijos e hijas de Colombia.
(francés)
Os saludo, queridos peregrinos venidos de diferentes países para la beatificación de hoy. Que estas nuevas figuras de santidad, en particular monseñor Maloyan y sor Emilia Gamelin, os ayuden a ser santos en vuestra vida, dando un elocuente testimonio diario de amor a Cristo y a vuestros hermanos y hermanas, sobre todo a los más pobres.
(alemán)
Saludo de corazón a todos los peregrinos que han venido a Roma de las diócesis de Essen y Münster para la beatificación. Que el ejemplo de ambos beatos os dé fuerza y esperanza para servir a Dios y a los hombres en vuestra vida diaria. Que la Reina de la paz, juntamente con todos los santos y beatos, sea vuestra poderosa intercesora. De buen grado os imparto la bendición apostólica.
(inglés)
A los peregrinos y a los visitantes de lengua inglesa presentes en la ceremonia de beatificación les renuevo mi invitación a rezar diariamente, durante este mes de octubre, el rosario por la paz. Sobre vosotros y sobre vuestras familias invoco las abundantes bendiciones del Señor.
(italiano)
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua italiana y les agradezco su testimonio de devoción a los nuevos beatos.
En este momento deseo recordar a las víctimas del desastre aéreo que se produjo hace tres días sobre el mar Negro. Pido al Señor que les conceda el descanso eterno y consuele a cuantos lloran su trágica muerte.
Encomendemos ahora todos los sufrimientos humanos a la intercesión de María santísima, rezando juntos el Ángelus.
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