Angelus del 12 de diciembre
JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo 12 de diciembre de 2004
1. Se acerca la fiesta de Navidad, y en muchos lugares ya se está preparando el belén, como aquí, en la plaza de San Pedro. Sea pequeño o grande, sencillo o elaborado, el belén constituye una representación familiar y muy expresiva de la Navidad.Es un elemento de nuestra cultura y del arte, pero sobre todo un signo de fe en Dios, que en Belén "vino a habitar entre nosotros" (cf. Jn 1, 14).
2. Como todos los años, dentro de poco bendeciré las estatuillas del Niño Jesús, que en la noche santa se colocarán en los belenes, donde ya se encuentran san José y la Virgen, testigos silenciosos de un misterio sublime. Con su mirada de amor nos invitan a velar y a orar para acoger al divino Salvador, que viene a traer al mundo la alegría de la Navidad.
3. Este tercer domingo de Adviento, llamado domingo "Gaudete" nos exhorta a gustar anticipadamente esa alegría. Pidamos a la Virgen de la espera que los cristianos y todos los hombres de buena voluntad sientan el vivo deseo de encontrarse con el Señor ya cercano.
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Después del Ángelus
¡Alegrémonos! El Señor está cerca y viene a salvarnos.
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