Angelus del 26 de diciembre
JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo 26 de diciembre de 2004
1. Hoy la fiesta de san Esteban cede el lugar a la de la Sagrada Familia. El Hijo de Dios se prepara para cumplir su misión redentora, viviendo de modo laborioso y oculto en la santa casa de Nazaret. Así, unido a todo hombre por la encarnación (cf. Gaudium et spes, 22), ha santificado la familia humana.
2. La Sagrada Familia, que debió superar muchas pruebas dolorosas, vele sobre todas las familias del mundo, especialmente sobre las que se encuentran en condiciones difíciles. Y que ayude, también, a los hombres de cultura y a los responsables políticos para que defiendan la institución familiar, fundada en el matrimonio, y la apoyen al afrontar los graves desafíos del tiempo presente.
3. Quiera Dios que en este "Año de la Eucaristía" la familia cristiana vuelva a encontrar la luz y la fuerza para caminar unida y crecer como "iglesia doméstica", sobre todo mediante la participación asidua en la celebración eucarística dominical (cf. Lumen gentium, 11). María, Reina de la familia, ruega por nosotros.
Después del Ángelus
La fiesta de Navidad se ha visto entristecida por las noticias que llegan del sudeste de Asia sobre el fuerte terremoto que ha afectado a Indonesia, con consecuencias en otros países, como Sri Lanka, India, Bangladesh, Myanmar, Tailandia, Malasia y las Maldivas.
Oramos por las víctimas de esta enorme tragedia y aseguramos nuestra solidaridad a cuantos sufren, mientras deseamos que la comunidad internacional se esfuerce por prestar ayuda a las poblaciones damnificadas.
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