Ceremonia de despedida en el aeropuerto de Cracovia

Autor: Benedicto XVI

VIAJE APOSTÓLICO
DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI
A POLONIA

DISCURSO DEL SANTO PADRE

CEREMONIA DE DESPEDIDA

Cracovia, domingo 28 de mayo de 2006

Señor presidente de la República de Polonia;
señor cardenal metropolitano de Cracovia;
amados hermanos y hermanas: 

Ha llegado el momento de despedirme de Polonia. Durante cuatro días he recorrido como peregrino vuestra tierra, visitando  lugares particularmente importantes para vuestra identidad histórica y espiritual. Varsovia, Jasna Góra, Cracovia, Wadowice, Kalwaria Zebrzydowska, Lagiewniki, Auschwitz. ¡Cuántos recuerdos evocan estos nombres! ¡Qué significado tan profundo tienen para los polacos!

Hace cuatro años, al despedirse de su patria por última vez, mi amado predecesor Juan Pablo II exhortó a la nación polaca a dejarse guiar siempre por sentimientos de misericordia, de solidaridad fraterna y de dedicación al bien común, y expresó su firme confianza en que de este modo Polonia no sólo encontraría su lugar adecuado en la Europa unida, sino que también enriquecería con su tradición este continente y el mundo entero. Hoy, mientras vuestra presencia en la familia de los Estados de Europa se está consolidando cada vez más, deseo de todo corazón repetir esas palabras de esperanza. Os ruego que sigáis siendo custodios fieles de la herencia cristiana y que la transmitáis a las futuras generaciones.

Queridos polacos, quisiera deciros que esta peregrinación, durante la cual he visitado lugares particularmente amados por el gran Juan Pablo II, me ha acercado aún más a vosotros, sus compatriotas. Os agradezco la oración con la  que me habéis sostenido desde el momento de mi elección. Durante mis encuentros con vosotros, en las audiencias en el Vaticano, muchas veces he experimentado un vínculo de intensa oración y de espontánea simpatía. Os ruego que sigáis recordándome en vuestras oraciones, pidiendo al Señor que aumente mis fuerzas al servicio de la Iglesia universal.

Agradezco al señor presidente de la República de Polonia y al Episcopado la invitación. Agradezco al señor primer ministro la fructuosa colaboración del Gobierno con los representantes de la Iglesia en la preparación de esta visita. Expreso mi gratitud a las diversas autoridades por su empeño, ya antes del inicio de mi visita y durante su desarrollo. Agradezco a los representantes de los medios de comunicación social el esfuerzo que han realizado para transmitir una amplia información sobre esta peregrinación. Expreso mi agradecimiento también a los que se han encargado del orden, al ejército, a la policía, a los bomberos, al servicio sanitario y a todos los que han contribuido a hacer que este encuentro del Papa con Polonia y con sus habitantes fuera espléndido.
Quiero concluir mi visita con las palabras del apóstol san Pablo que han acompañado mi peregrinación en tierra polaca:  "Velad, permaneced firmes en la fe, sed hombres, sed fuertes. Haced todo con amor" (1 Co 16, 13-14). A todos os bendigo.

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