El Franciscano
"Siempre sean amorosamente humildes ante Dios y ante el hombre, porque Dios habla a aquellos que son verdaderamente humildes de corazón, y los enriquece con grandes dones."
"Siempre sean amorosamente humildes ante Dios y ante el hombre, porque Dios habla a aquellos que son verdaderamente humildes de corazón, y los enriquece con grandes dones."